El parquet de madera, es uno de los pocos pavimentos realmente recuperables. Como en todos los materiales, el paso del tiempo y su uso continuado terminan provocando un desgaste, que en el caso de estos suelos, se puede solventar.

Es importante, si decidimos pulir nuestro pavimento de madera, encontrar a un profesional de confianza y sobretodo, que nos ofrezca garantías. El proceso de pulido y barnizado, requiere de una cierta experiencia y conocimientos que muchos profesionales multidisciplinares no poseen, además se precisa de maquinaria muy específica.

La capa de barniz destinada a proteger la madera, tiene una vida media de unos diez-doce años. Antes de que la superficie de madera quede expuesta totalmente al exterior, es recomendable iniciar un proceso de restauración para recuperar su estado original. Este proceso, se lleva a cabo a través de tres pasos:

Pulido de parquet

En los suelos de madera, hay que lijar para eliminar resaltes y obtener una superficie plana y afinada. En los suelos viejos, se elimina también los barnices antiguos y la suciedad. El proceso completo se compone de un desbastado inicial, un lijado intermedio y un pulido final.

Enmasillado de parquet

Después del segundo lijado, debe observarse si el suelo de madera tiene grietas, fisuras o imperfecciones no visibles, en el caso de existir algunas, se tienen que rellenar con masillas especiales para madera.

Barnizado de parquet

Consiste en la aplicación de varias capas de barniz, lo más uniformes posibles, sobre la superficie lijada, aspirada y limpia. Se aplican dos capas de barniz de fondo y una capa de barniz de acabado. Los acabados de los barnices pueden ser brillante, satinado o mate.